La música es una de las artes que (junto con el teatro, la danza, la poesía y la literatura) se desarrolla a lo largo del TIEMPO. La música, a través de la pulsación y el ritmo, nos ofrece la posibilidad de que diferentes cuerpos vibrantes compartan el paso del tiempo. Cada personita vibra y se emociona diferente, pero cuando todas musiqueamos juntas, se dan momentos de sincronía mágica. Somos seres musicales desde que comenzamos nuestro viaje encarnados en un cuerpo y experimentamos la música como un fenomeno encarnado. La música tiene energía, pulsación, tensión y relajación, movimiento en el espacio y en el tiempo, tono, vibración, armonía, intención…igual que nuestros cuerpos. Vivir en nuestro cuerpo es vivir en un estado musical. Para mi, esa es la clave de la musicoterapia: compartir nuestras presencias musicales.
Si clicáis en la imagen, podréis visitar el blog donde compartí todas mis experiencias de musicoterapeuta novata en Uganda…